jueves, 28 de junio de 2007

Los exploradores irregulares

En 1889, un grupo de 4 exploradores británicos se dirigió a la región de Ajanta en la India para investigar la existencia de un posible templo budista abandonado en mitad de la selva del que se habían recibido noticias. El coronel Archibald Postlewaithe, gobernador militar de la zona, extendió los correspondientes permisos y fue debidamente informado sobre las fechas previstas para la expedición así como de sus objetivos y equipamientos.

Varias semanas más tarde, los 4 aventureros emergieron de entre el follaje espeso de la selva con el objetivo cumplido: habían hallado el misterioso templo excavado en la pared de roca y habían documentado su posición y rasgos principales. Tras recuperarse de los rigores de su viaje, fueron a presentar sus respetos al coronel Postlewaithe antes de partir de regreso a Inglaterra. Este, tras despedirse de ellos y felicitarles por su descubrimiento, escribió en su diario: "Dos de los cuatro hombres que han regresado de la selva no son los mismos que partieron. No escribo esto en sentido metafórico, sino literal. Los dos hombres que yo conocí antes de la partida eran un musculoso escocés de cara roja y un caballero de Londres exquisitamente educado y de aspecto impecable, aún con su traje de explorador. Los dos hombres que saludé al regreso de la expedición eran morenos y, a pesar de que hablaban un inglés excelente, no me parecieron británicos. Tal vez italianos."

A día de hoy, continúa sin saberse qué ocurrió exactamente en todo este asunto de la expedición que halló los templos budistas de Ajanta en mitad de la selva. Tal vez no sea el menor de los misterios averiguar por qué el coronel Postlewaithe no preguntó directamente a los cuatro exploradores qué había sucedido durante su expedición.

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